Según un estudio de la Northwestern University estudiar música durante la infancia produce modificaciones en la corteza auditiva cerebral de manera que aumenta la capacidad de discriminar sonidos complejos, sobre todo en ambientes ruidosos, mejorando así la capacidad de comunicación en adultos.
Si piensas ofrecer una educación musical a tu hijo no lo dudes. Incluso períodos breves de solo un año de estudios musicales puede reportarle beneficios para toda la vida
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