La leche materna extraída se puede almacenar para su posterior utilización siguiendo unas sencillas recomendaciones para garantizar su adecuada conservación.
Para almacenar:
Debería almacenarse siempre en envases destinados para uso alimentario. Los mejores envases para congelación son los de cristal o las bolsas de plástico que existen en el mercado, especialmente diseñadas para este fin, que se acoplan al sacaleches directamente y luego se cierran.
Para conservar:
La leche materna se puede conservar a temperatura ambiente, en refrigerador o en congelador, en función del tiempo que se vaya a tardar en utilizarla:
- A temperatura ambiente
- Refrigerada (en nevera) entre 0 y 4 ºC: 8 días Cuanto más estable sea la temperatura, mejor se conservará la leche, por lo que no se debe poner la leche en la puerta del frigorífico.
- Congelada:
Para descongelar y calentar
La leche se puede descongelar sumergiendo el recipiente en otro con agua caliente, mejor que calentándola directamente. Es preferible no utilizar el microondas porque el calentamiento es irregular y pueden producirse quemaduras. Una vez calentada, conviene agitarla antes de comprobar la temperatura.