Muchas madres acuden a consulta desesperadas porque sus bebés de 10, 15 , 20 meses todavía piden el pecho «a todas horas», sobre todo cuando llega la hora de dormir.
No es nada anormal y es mucho mas frecuente de lo que pensamos.
El sueño del bebé es diferente al del niño mayor y adulto. Las distintas fases del sueño: sueño ligero, sueño profundo y despertares intermitentes son difíciles de distinguir, pero a partir de los 6 meses estas fases ya están mas definidas y el niño se despertará unas 5 o 6 veces a lo largo de la noche. El niño mayor y el adulto será capaz de volver a dormirse tras estos despertares, pero el bebé probablemente no. La explicación es muy sencilla.
Sobre los 8 meses aparece lo que se conoce como angustia de separación. El niño experimenta un miedo intenso al separarse de su figura de apego principal (es decir, su madre) quien normalmente le aporta seguridad y tranquilidad. Si se despierta en medio de la noche y no encuentra a su madre, probablemente llorará. Y el niño amamantado probablemente pida pecho para volver a dormirse, no porque tenga hambre, sino porque le permite calmar su angustia para volver a dormirse.
Dejar el pecho durante la noche puede aliviar a la madre, permitiéndole descansar un poco mejor, pero no nos garantiza que el niño dormirá toda la noche sin despertarse y reclamar atención.
Siempre hay que valorar bien la situación. Muchas veces la madre decide dejar el pecho sometida a la presión del entorno. El padre o las abuelas, preocupados por la falta de sueño de la madre, pueden acabar convenciendo a una madre agotada.
Pero si la madre no está verdaderamente motivada para dejar el pecho, el esfuerzo puede ser muy angustiante a la vez que infructuoso.
Si estás verdaderamente convencida de que quieres dejar de amamantar durante la noche y contamos con unos abuelos colaboradores, podemos dejar al pequeño a dormir en casa de los abuelos unos días. Un fin de semana suele ser suficiente. (Una estupenda reseña de un caso similar, en este enlace)
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Si no contamos con ayuda, o preferimos hacerlo nosotras mismas lo primero que tenemos que hacer es dejar de ofrecer el pecho al niño para que se duerma. La última toma se la daremos aún despierto y procuraremos que siga despierto después un ratito más, aunque haya que despertarlo.
Lo acostaremos despierto y nos quedaremos a su lado hasta que se duerma contándole un cuento o cantándole algo. Esta tarea la puede realizar también el papá.
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Tras unos cuantos días, intentaremos marcharnos de la habitación después del cuento, dejándolo despierto, pero sin llorar. Si llora cuando intentamos marcharnos podemos intentar hacerlo reír con alguna historia, añadir un capítulo mas al cuento o una breve canción. Luego volvemos a intentar marcharnos o nos quedamos en silencio hasta que se duerma. Este proceso lo repetiremos hasta que consigamos dejarlo solo y despierto, para que se duerma solito. Llegados a ésta fase, probablemente dejará de reclamarnos durante la noche, ya que cuando se despierte será capaz de volver a dormirse solo.
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Pero si se despierta durante la noche y nos llama, hay que acudir enseguida. Dejarlo llorar un rato «por si se le pasa» solo genera angustia y probablemente después le cueste aún mas dormirse. Es mejor escucharlo, hablarle suavemente y en voz baja animándolo a volver a dormir.
No hay nada que no se consiga con mucha paciencia y cariño.