Un reciente estudio hecho en Holanda y publicado en Archives of Disease in Childhood, demostró que el 98% de los niños participantes, con edades comprendidas entre 1 y 4 años fueron capaces de tragar una pastilla.
Muchos padres sufren un auténtico calvario cuando intentan dar al niño un medicamento en forma líquida, que suele disgustar al niño por su sabor y textura, y por la sensación de que se lo está forzando para administrárselo. Sin embargo, si logramos convencerlo para que se tome una pastilla, que no tiene ningún sabor, la escena puede cambiar considerablemente.
En el Hospital de Niños de Filadelfia, usando técnicas basadas en la terapia conductivo-conductual, se anima al niño a tragarse pequeñas piezas de caramelo, como los que se usan para decorar las magdalenas o helados. Tienen que lograr tragar cinco caramelos de forma consecutiva antes de pasar al siguiente tamaño.
A veces ayuda también una técnica desarrollada por el Hospital de Niños Alberta, en Canadá, en la que se anima al niño a que mueva la cabeza –de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo– hasta que encuentren una posición que funcione mejor para ellos a la hora de tragar.
La teoría es que al inclinar la cabeza 45 grados hacia un lado, el diámetro del esófago aumenta un poco, y tarda un poco más en cerrarse cuando tragamos, lo que facilita el procedimiento.
La cuestión es poder ofrecer una alternativa al niño que no quiere tomar medicamentos en forma líquida porque no le gusta, dándole la opción a elegir la pastilla que no tiene sabor.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131126_salud_nino_pastilla_pildora_tragar_gtg.shtml