¿Es tu hijo un fumador de «tercera mano»?

Además del humo de primera mano (el que aspiran los fumadores) y del de segunda mano (el que respiran los fumadores pasivos), se ha descubierto una tercera forma, denominada humo de tercera mano en la que la nicotina y otras sustancias de los cigarrillos reaccionan con sustancias del aire produciendo las peligrosas nitrosaminas. Estos potentes cancerígenos también han demostrado que interfieren con el desarrollo del pulmón durante el embarazo y en los primeros años de vida, cuando está aún inmaduro. 

El proceso químico empieza por la nicotina emitida por los cigarrillos, que, mediante la interacción con el ácido nitroso de la atmósfera, forma las  nitrosaminas, que se depositan sobre muebles, tapicerías, o incluso la ropa de los fumadores pasivos, que de esta manera las introducen en ambientes teóricamente libres de los contaminantes del humo del tabaco.


Cuando los fumadores son los padres, la piel, la ropa y los cabellos se impregnan de estas sustancias y se expone a los niños a ellas con solo tocarlos, abrazarlos, etc. 

Guadalupe Ortega, autora principal del  estudio BIBE (por sus siglas en inglés, Breve Intervención en Bebés. Efectividad) realizado en Cataluña y publicado en BMC Public Health, explica que encuestaron a padres y madres de 1.123 bebés (menores de 18 meses), que tenían al menos un progenitor fumador. Analizaron las muestras de cabello de 252 bebés para determinar sus niveles de nicotina, y realizaron visitas de seguimiento a los tres y a los seis meses.

Un 73% de los adultos afirmó fumar o que permitía fumar en el domicilio, mientras que el 83% de los cabellos analizados mostraron altos niveles de nicotina, por lo tanto hay mas niños expuestos a sustancias del tabaco que los que correspondería por tener padres fumadores, y esto es debido a la exposición al humo de tercera mano. 

La investigación también demuestra, gracias a los análisis de nicotina del cabello, que cuando los padres realizan algunas prácticas habituales para proteger la salud de sus hijos, no se eliminan los tóxicos del tabaco. Es el caso de ventilar la habitación después de fumar, hacerlo en la ventana, cuando el bebé no está en la vivienda o en una estancia diferente. “La única solución para mantener un espacio libre de humo es fumar fuera de la vivienda”, subraya la experta, pero desde luego, la mejor forma es dejar de fumar y no permitir que nadie fume dentro de la vivienda. 

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Gloria Colli Lista – Doctoralia.es

 

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