Muchos expertos y psiquiatras sugieren que la violencia a través de la pantalla puede ser la causa de diversos comportamientos indeseables entre los más pequeños. Asumir la violencia como algo cotidiano y normal a la hora de resolver problemas, e imitar aquello que se ve, son las consecuencias frecuentes del consumo de contenidos violentos en televisión por parte de los niños.
Para evitar que todo esto ocurra están los padres. Es importante que los adultos conozcan y controlen los programas que ven sus hijos, y eviten aquellos de contenido violento. También es fundamental que hablen con los más pequeños y les hagan entender que esos programas son ficción, y que, en todo momento, rechacen esas actitudes violentas.
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