La enuresis nocturna es cuando el niño moja la cama después de los 5 años.
Aunque es un trastorno que puede resolverse espontáneamente, a veces produce importantes repercusiones en el niño, como baja autoestima, vergüenza, rechazo a dormir fuera de casa, conflictos familiares, etc.
Es importante no regañarlo ni avergonzarlo y animarlo cuando consiga una noche seca. Llevar un calendario de noches secas y húmedas puede ayudar a ver la evolución, establecer objetivos y conseguir estímulos extra.
Si supone un problema para el niño o la familia puede (y debe) tratarse. Consulte con su pediatra.
En cualquier caso, hay una serie de medidas que podemos tomar para evitar que se produzca:
- Procurar que orine mas de 6 veces al día, sobre todo al levantarse, antes de ir al cole, antes de las comidas y siempre antes de acostarse.
- Debe ir al baño cada vez que sienta necesidad. No es bueno aguantarse.
- Orinar con tranquilidad, para vaciar por completo la vejiga y no cortar el chorro.
- Beber mucho por la mañana, menos por la tarde, poco por la noche y nada antes de acostarse.
- Evitar las cenas saladas, con mucho líquido o muy abundantes.
- Evitar el frío y la humedad.