La actividad física en la infancia y en la adolescencia es fundamental para el correcto desarrollo del niño, mejorando las funciones cardiovasculares y contribuyendo a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético y de sus habilidades psicomotoras.
El ejercicio físico continuado, junto con una dieta equilibrada, va a contribuir a regular el peso corporal, evitando así la aparición de obesidad, tanto en la infancia como en la vida adulta.
Muchos de los hábitos que se aprenden en la infancia tienden a consolidarse en la adolescencia y pueden llegar a convertirse en rutinas en edad adulta, por ello realizar deporte de pequeños les ayudará a seguir practicándolo y mantenerse en forma de mayores.
En la Cumbre Mundial sobre la Educación Física (Berlín, noviembre 1999), los delegados de diferentes países presentaron los resultados de las investigaciones realizadas en todo el mundo sobre las ventajas de la Educación Física y el importante papel que desempeña en el desarrollo de niños sanos y activos y llegaron a la siguiente conclusión respecto a las Ventajas de la Educación Física y el Deporte:
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Incrementa la autoestima y reduce la tendencia a desarrollar comportamientos peligrosos.
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Reduce las actitudes negativas frente a la escuela y la salida de la misma.
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La Educación Física es una asignatura importante que sirve también como preparación para la vida laboral.
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Mejora la salud, previene lesiones y daños derivados de malas posturas.
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Mejora el rendimiento escolar.
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Proporciona experiencias en actividades estructuradas, con objetivos y resultados claros.
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Ayuda a desarrollar el pensamiento abstracto a través de nociones como velocidad, distancia, profundidad, fuerza, fuerza de impulso, juego limpio.
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Fomenta la capacidad de concentración y la actitud participativa.
(M. Talbot, Cumbre Mundial sobre la Educación Física, 1999)
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Un estilo de vida activo: subir por la escales en lugar de usar el ascensor, ir al colegio andando o en bici, ayudar en las tareas de la casa o participar de las actividades de jardinería, pasear al perro, etc.
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Practicar algún deporte de forma programada un mínimo de 3 días a la semana.
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Limitar el tiempo de televisión o videojuegos entre 30 min y 2 hs al día, dependiendo del nivel de actividad (cuanto menos actividad, menos tele)
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Los niños y jóvenes deben realizar 60 minutos o más de actividad física todos los días. Las actividades deben ser variadas y adecuadas a la edad y al desarrollo físico de cada uno. Los niños son activos por naturaleza, especialmente cuando participan en juegos espontáneos (por ejemplo, en el recreo). Cualquier tipo de actividad cuenta para completar los 60 minutos o más que se recomiendan.
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La mayor parte de la actividad física debe ser aeróbica y de intensidad moderada, por ejemplo, caminar, correr, saltar, jugar en el patio de juegos, jugar basquetbol y montar en bicicleta.
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Por lo menos 3 días a la semana se deben realizar actividades aeróbicas intensas, como correr, dar saltos en tijera y nadar rápidamente.
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Por lo menos 3 días a la semana se deben realizar actividades de fortalecimiento muscular, como jugar en los aparatos de un parque de recreo infantil, jugar al tira y afloja, hacer flexiones de brazos en el suelo (lagartijas) y flexiones de brazos con barra.
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Por lo menos 3 días a la semana se deben realizar actividades para fortalecer los huesos, como saltar, brincar, dar saltos en tijera, jugar voleibol y trabajar con bandas de resistencia.
https://www.nhlbi.nih.gov/health-spanish/health-topics/temas/phys/recommendations.html