Una mañana cualquiera, suena un mensaje en el móvil.
̶ Mamá, mira en mi escritorio que creo que me he dejado los ejercicios de mates.
̶ OK. ¿Te los llevo?
̶ Sí, porfi.
Ya sé que no debería llevárselos. Que debería dejar que asuma las consecuencias de su despiste y esas cosas. Pero ahora no estoy haciendo nada importante y decido buscar los ejercicios y llevárselos.
Entro en la habitación y voy hacia el escritorio. Encuentro esto.
¿Qué será? Parece un cargador.
¿Y esto? ¿Un bolígrafo con tinta transparente?
¡Un cigarrillo electrónico! No me lo puedo creer. ¿Mi hijo vapeando? ¿El mismo que de pequeño se acercaba a cualquier desconocido que estuviera fumando para recomendarle que dejara de fumar?. Después pensé que es probable que no sepa que vapear es casi tan perjudicial como fumar.
¿Que son los cigarrillos electrónicos?
Los cigarrillos electrónicos calientan un líquido que contiene nicotina para producir vapor en lugar de quemar el tabaco para producir humo. El humo de tabaco fumado contiene más de 7000 sustancias, cientos de ellas son tóxicas y al menos 70 son cancerígenas.
Aunque los cigarrillos electrónicos contienen menos productos perjudiciales que el cigarrillo convencional (y podría considerarse útil en adultos para dejar de fumar, aunque los expertos no se ponen de acuerdo en este tema), el efecto que tienen en los jóvenes es totalmente diferente. En lugar de tratarse de un recurso para dejar el tabaco se convierte en la puerta de entrada de un hábito perjudicial que puede durar toda la vida.
Estudios recientes relacionan el uso por parte de los adolescentes de cigarrillos electrónicos, cachimbas, cigarrillos de tabaco no combustible o tabaco sin humo con el hecho de comenzar a fumar cigarrillos convencionales en un año.
En EEUU cada vez menos adolescentes empiezan a fumar pero en su lugar han empezado a usar estos dispositivos para vapear. Los datos de 2017 indican que un 25% de adolescentes han usado un cigarrillo electrónico en el último año y la mayoría no eran conscientes de que estaban utilizando un producto potencialmente adictivo. El 50% creía que estaban aspirando solo sustancias aromatizantes y solo el 33 % sabía que contenía nicotina.
En España disponemos de los datos de la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España que se lleva a cabo, cada 2 años, entre estudiantes de 14 a 18 años. Los últimos datos corresponden al año 2015 y se basa en 37500 encuestas. Según estos datos, el 38,4% fumó tabaco alguna vez en la vida y el 25,9% en los últimos 30 días. Al año empiezan a consumir tabaco 137.000 estudiantes de 14 a 18 años, aunque la tendencia es descendente desde que está en vigor la ley antitabaco de 2005 . En 2004, el 21,5% de estudiantes fumaba diariamente, frente a un 12,3% en 2010 y un 8,9% en 2014. Actualmente casi el 90% de los jóvenes sabe que fumar es perjudicial para la salud.
No hay datos en este grupo de edad sobre el consumo de cigarrillos electrónicos, sin embargo se sabe que el 6,8% de la población entre 15 a 64 años los ha probado (sobre todo los más jóvenes) .
¿Son perjudiciales para la salud?
El vapor de estos dispositivos no contienen alquitrán ni monóxido de carbono como el humo del cigarrillo, pero siguen conteniendo nicotina (que es altamente adictiva) y otras sustancias aromatizantes. Algunas sustancias que se desprenden durante la formación del aerosol, como el formaldehído o la acroleína también son conocidos cancerígenos. Tampoco se conoce bien el efecto que tienen estas sustancias sobre el pulmón o el aparato cardiovascular, sin embargo se ha visto que los adolescentes que vapean tiene más tos, sibilancias y riesgo de desencadenar crisis asmáticas.
Recientemente se ha visto que el vapor de estos dispositivos afecta a los glóbulos blancos y a unas proteínas de las secreciones respiratorias que tienen funciones de defensa, de la misma manera que se alteran en los fumadores.
Otros dispositivos electrónicos más recientes conocidos como IQOS (I Quit Ordinary Smoking, ‘Dejé de fumar tabaco ordinario’) lo que hacen es calentar tabaco laminado a una temperatura de 300ºC liberando sobre todo nicotina pero no otras sustanci
as que también se liberan durante la combustión convencional. El problema es que también liberan otras sustancias como el acenaftaleno, que es uno de los carcinógenos más activos del tabaco.
¿Qué debemos explicar a nuestros niños?
Deberíamos empezar a hablar de los riesgos del tabaco a los 5 ó 6 años y sobre todo cuando empiezan la escuela secundaria. Muchos niños empiezan a fumar a los 11 años y a los 14 ya son fumadores habituales. Es importante transmitir que:
• La nicotina es adictiva en todas sus formas (fumada, vapeada, masticada, en pipa, en cachimba)
• Todas las formas del tabaco son peligrosas (aunque los peligros sean diferentes para cada una)
• No se conoce bien el impacto que pueden tener los cigarrillos electrónicos para la salud.
• La nicotina puede ser perjudicial para el desarrollo del cerebro adolescente.
Gracias por leerme. Si te ha gustado esta entrada, compártela. Y si no quieres perderte las próximas, suscríbete y podrás leer un fragmento de mi libro «Tu lactancia de principio a fin»
Excelente artículo Gloria. Totalmente de acuerdo en que hay que explicar pronto a los niños los riesgos del tabaco en cualquier forma. Comparto en RRSS
Gloria, el artículo es genial!!
Y es un buen consejo para los padres, concienciar a sus hijos desde muy pequeños.
Quizás así, se lograría una juventud sin adictos.
Gracias, Gabi. Todo un honor que te haya gustado.
Informar a los padres, educar a los hijo y dar ejemplo, las claves de la educación. Gracias por comentar.