Es importante saber que la ingesta de leche no interfiere con el efecto de las vacunas orales, como la del rotavirus, y que tampoco se relaciona con riesgo de atragantamiento ni rechazo posterior del pecho ni ningún otro efecto indeseable.
Fuente: Inmunize Canada |
En ausencia del recurso de la lactancia materna, se pueden usar soluciones azucaradas. Se sabe que administrar un líquido dulce disminuye el dolor en recién nacidos, incluso prematuros, y es un recurso muy usado en unidades neonatales. Sin embargo esta técnica solo es útil en niños pequeños, y quizá podría usarse hasta los 15-18 meses.
Consiste en ofrecer, 1 ó 2 minutos antes de la vacuna, un líquido azucarado preparado con 15-25 gr de sacarosa (3-5 cucharaditasde azúcar) en 10 ml de agua. Se administra 1-2 ml de esta solución con una jeringuilla, ofreciendo a continuación el chupete. Si la vacunación coincide con la vacuna oral del rotavirus, se puede usar esta vacuna como solución azucarada.
Esta técnica, aunque es efectiva para disminuir el dolor, se debe usar solo para procedimientos dolorosos como vacunas o extracciones de sangre. No debemos olvidar que la succión de líquidos dulces es una causa importante de caries, aun en dientes de leche.
Los más usados son la crema EMLA®, que es una crema anestésica, o el espray frío de cloruro de etilo (Cloretilo Chemirosa®). La crema es la más utilizada pero requiere aplicarla 1 hora antes de la inyección. Para ello, la persona que vaya a realizar la inyección debe marcar la zona donde va a pinchar para aplicar en esa zona una buena cantidad de crema (del tamaño de una moneda) cubriendo luego con un apósito plástico para que haga efecto.
Fuente: Inmunize Canada |
Fuente: Inmunize Canada |
Cuando se administran varias vacunas, las más dolorosas de deben dejar para el final. De las que se ponen en los primeros años de vida, las más dolorosas son la triple vírica, que se pone a los 12 meses y a los 3 años, NeisVac C® , una de las vacunas disponibles contra la meningitis C que se pone a los 4 y 12 meses y luego a los 12 años y la Prevenar13® incluida a los 2, 4 y 12 meses en los calendarios actuales. La vacuna contra la meningitis, Bexsero®, también resulta dolorosa y, al no estar incluida en los calendarios vacunales financiados, se recomienda administrar separada de otras vacunas para disminuir los efectos secundarios.
Con los niños más mayores quizás tengamos la tentación engañar al niño y que no sepa que va a vacunarse hasta el último momento. Mala idea. Los niños prefieren saber lo que va a suceder y mentir o engañar a los niños es siempre contraproducente si queremos ganarnos su confianza. Sin embargo las maniobras de distracción durante la vacuna pueden ayudar a disminuir el dolor. Se pueden hacer ejercicios de respiración amplios y lentos, leer un cuento, oír música, ver un video en el móvil o concentrarse en cualquier otra cosa que no sea la inyección.
Fuente: Inmunize Canada |
También puede resultar útil acariciar, frotar o presionar la piel próxima al lugar de inyección antes y durante la maniobra. El estímulo táctil «desvía la atención» del dolor, pero se debe interrumpir justo después del pinchazo, para no aumentar el riesgo de reacción local. En niños pequeños es más útil acariciarles la cara mientras les hablamos suavemente mirándolos a los ojos.