Vacuna contra meningitis B (Bexsero ®) El porqué de la nueva pauta.

 

Ya lo sabíamos desde hacía un tiempo, pero finalmente las autoridades sanitarias lo han hecho oficial.

A pesar de que el meningococo B es el causante de la mayoría de las meningitis bacterianas en España, la vacuna autorizada para proteger a los bebés, Bexsero ®, no está incluida en el calendario oficial de vacunaciones.
Si quieres inmunizar a tu niño tienes que comprarla.
 
Hasta ahora, se recomendaba una pauta que incluía 3 dosis en el primer año de vida y un refuerzo a partir del año. Normalmente las primeras se ponían a los 3, 5 y 7 meses y el refuerzo a los 13 ó 14 meses, con idea de separarlas de las vacunas del calendario oficial. Los niños que empezaban a vacunarse después de los 6 meses recibían 2 dosis más un refuerzo y los mayores de 2 años, solo 2 dosis.
Esto se hacía así porque estas fueron las pautas probadas en los ensayos clínicos (estudios que se hacen antes de la autorización de un medicamento) y que se comprobaron que eran eficaces.
 
Actualmente la Agencia Europea  del Medicamente y luego la Española recomiendan reducir una dosis cuando la pauta de vacunación se inicia a los 3 meses de edad.
 

¿En que se basan?

 
En septiembre de 2015, el Reino Unido decidió vacunar a los bebés con solo 3 dosis, a los 2 y 4 meses con un refuerzo a los 12 meses, en lugar de las 4 dosis como recomendaba el fabricante. Lo hicieron después de un exhaustivo estudio (las conclusiones solamente son 19 folios) porque no salían las cuentas. Era una vacuna muy cara y los casos relativamente escasos. Pero las autoridades británicas tuvieron en cuenta otros factores. Aunque es una enfermedad relativamente poco frecuente (en España afecta a 11,51/100 000 niños menores de 1 año y a 3,12/100 000 niños entre 1 y 4 años) la gravedad y rapidez con que se desarrolla la enfermedad en los miembros más pequeños de la sociedad resulta devastadora. La mortalidad sigue siendo alta (alrededor del 10%) con unas tasas de secuelas graves también altísimas (30%) .Tenían que conseguir incluirla porque difícilmente una familia podría entender que un hijo enfermara por una enfermedad grave, potencialmente mortal, habiendo una medida preventiva eficaz como esta vacuna.
 
Después de plantear distintas opciones, decidieron reducir las dosis recomendadas, lo que sumado a una importante bajada de precio de la vacuna que negociaron con el fabricante, consiguieron que cuadraron los números.

¿Porqué optaron por poner una dosis menos?

 
Porque contaban con que la vacuna proporcionaría protección de grupo, como ya se sabe que ocurre con otras vacunas. Lo que se conoce como efecto rebaño. Si la gran mayoría de la población está vacunada, el germen circula menos y las probabilidades de enfermar son menores. Eso permite que, aún disminuyendo el número de dosis, la protección de todo el grupo sea igual de buena.
 
Pero esto era una teoría. Había que confiar en que funcionaría.
 
Afortunadamente, un año después de iniciar la vacunación sistemática, los resultados de los estudios de vigilancia de la enfermedad demostraron que la estrategia había funcionado. Como conté en esta entrada del blog, en el primer año tras el inicio de la vacunación, los casos de meningitis disminuyeron a la mitad entre los vacunados. Los estudios posteriores encontraron resultados aún mejores. Además de un moderado descenso en las cifras de portadores sanos (adolescentes no vacunados, que son los que más «diseminan» la bacteria) resulta que la vacuna contra la meningitis B también ayuda a controlar los casos de un tipo raro pero muy peligroso de meningitis, la tipo W, que está aumentando especialmente en Reino Unido. En un tipo especialmente grave de meningitis porque los síntomas son distintos a los habituales, se puede producir un retraso en el diagnóstico y la evolución es peor.
 

Este efecto de disminución de dosis para conseguir una inmunidad adecuada no es nuevo

 
También se produjo cuando la vacuna contra el neumococo (Prevenar ® )  pasó de aplicarse de forma privada al calendario oficial, financiado. De forma privada eran necesarias 3 dosis y un refuerzo y cuando se empezó a vacunar a todos los niños dentro del calendario oficial se quedaron en 2 dosis y un refuerzo. Otra vez, si todos los niños están vacunados, la transmisión es menor y el riesgo de enfermedad también disminuye.
 
O recientemente, cuando se optó por reducir una dosis de la vacuna pentavalente contra difteria, tétanos, tos ferina, polio y haemophilus por las mismas razones. Al estar la mayoría de los niños vacunados correctamente, las enfermedades circulan menos y los niños están igualmente protegidos gracias a la inmunidad del grupo. 
 
Por eso es tan importante que se vacunen todos los niños, para proteger indirectamente  también a aquellos que por circunstancias especiales no puedan vacunarse o porque aún son demasiado pequeños para determinadas vacunas.  
 
Si tu bebé ya ha recibido las primeras 3 dosis en el primer año de vida, seguirá necesitando la 4º, ya que debe ponerse después del año para que sirva de refuerzo. Pero si solo se ha puesto las 2 primeras a los 3 y 5 meses, se puede saltar la dosis de los 7 meses y ponerla directamente después del año.
 
Fuentes:
http://revista.isciii.es/index.php/bes/article/view/1042/1275
http://vk.ovg.ox.ac.uk/meningococcal-disease

 

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