Introducción de la alimentación complementaria guiada por el bebé

El método » Baby-led weaning» ideado por Gill Rapley, enfermera, matrona y consejera de lactancia es una manera de introducir la alimentación complementaria de una forma natural, guiada por el propio bebé. 
Se fundamenta en que, si le has dado el pecho » a demanda», y se lo vas a seguir dando como base de su alimentación mientras empieza a comer otras cosas, ¿porque no dejar que sea el propio niño el que regule la cantidad y la variedad de lo que come?
Es un método interesante, seguro (si se tiene las precauciones que mas adelante comentaremos), nutricionalmente adecuado y práctico (ya que el niño enseguida comerá solo). 
Aunque puede que no se adapte a todos los estilos de crianza: hay madres que prefieren controlar lo que le dan a su niño y no llevan bien lo de dejarle tanta libertad a la hora de comer. 
Se basa en que la mayoría de los bebés están preparados para comenzar a experimentar con los alimentos sólidos alrededor de los seis meses de edad. A esa edad ya se mantienen sentados con apoyo bastante bien y han perdido el reflejo de extrusión, que les lleva a expulsar de la boca los alimentos sólidos. Su naturaleza proclive a explorar, experimentar e imitar a los demás harán el resto. 

Si los bebés controlan lo que se llevan a la boca tienen menos riesgo de atragantarse que cuando son alimentados con una cuchara. Esto se debe a que los bebés no son capaces de mover intencionadamente la comida hacia la garganta hasta después de haber desarrollado la habilidad de masticar. Y no desarrollan la habilidad de masticar hasta después de haber aprendido a alcanzar y agarrar cosas. La capacidad de agarrar objetos muy pequeños se desarrolla aún más tarde. Un bebé al que le cuesta llevarse comida a la boca probablemente no está muy preparado para comerla. Por eso, es importante resistir la tentación de “ayudar” al bebé al aplicar este método. 
Si se permite que los bebés se alimenten por sí mismos, suelen aceptar una amplia variedad de comidas ya que permitimos al bebé centrarse en muchos otros aspectos además del sabor; como la textura, el color, el tamaño y la forma. 
En resumen, y de forma práctica, consistiría en sentar al bebé a la mesa, con un gran mantel que permitiera recoger lo que invariablemente dejará caer, darle la comida en trozos un poco mas grandes que el propio puño del bebé,  con forma de palito o que tenga un asa y no ayudarlo a comer. 
Se le puede ofrecer un vaso de agua durante las comidas como parte de la exploración, pero no hay necesidad de preocuparse si no quiere beber nada, ya que un bebé amamantado puede controlar su ingesta de líquidos. Si tiene sed, tenderá a succionar poco tiempo, mientras que si tiene hambre prolongará la toma un poco más.
Si has aplicado este método, o lo vas a aplicar, estaremos encantados de compartir tu experiencia.

Si quieres saber más: 

http://ht.ly/1VPHHF

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