Los aperitivos que no pueden faltar en las mesas de estas fiestas navideñas son sin duda alguna el jamón serrano, los quesos curados y las gambas o los langostinos. ¿Pero son alimentos seguros durante el embarazo?
Durante el embarazo, muchas infecciones que son benignas para una persona sana pueden resultar peligrosas para la propia embarazada, por su particular condición o para el futuro bebé, porque aumentan el riesgo de malformaciones congénitas, retraso del desarrollo, aborto o parto prematuro.
Las más conocidas son la toxoplasmosis, la listeriosis, la brucelosis y otras menos frecuentes, pero todas tienen en común prácticamente las mismas medidas preventivas.
Una de las precauciones más importantes para evitar estas infecciones en la embarazada es evitar el consumo de carne cruda y embutidos. La carne se debe cocinar al menos a 67ºC durante el tiempo suficiente para que toda la pieza de carne alcance la temperatura necesaria, así como evitar el microondas, ya que la temperatura no se distribuye uniformemente cuando se utiliza este tipo de horno para cocinar.
El jamón se considera carne cruda. Aunque el proceso de salado y curado prácticamente destruye el toxoplasma, no se puede asegurar por completo la inactivación del parásito porque depende de muchos factores que es muy difícil de controlar. En este caso se podría congelar el jamón para evitar la toxoplasmosis. Aunque alcanzar una temperatura de -12ºC durante al menos 24h se considera suficiente, la mayoría de las guías oficiales recomiendan congelar al menos a -22ºC durante 3 días, mejor si se prolonga 6-10 días.
El queso elaborado con leche cruda puede estar contaminado por gérmenes causantes de listeriosis, brucelosis y otras toxoinfecciones alimentarias peligrosas para la embarazada. Aunque el proceso de curación del queso también inactiva la mayoría de éstos germenes, sobre todo los quesos muy curados o viejos, también en el caso de las embarazadas todas las precauciones son pocas. La mayoría de las guías oficiales recomiendan que la embarazada no consuma quesos elaborados con leche cruda y quesos frescos o de pasta blanda (Brie, Camembert, tipo Burgos o quesos latinos, mozzarella y quesos azules) y evitar también los quesos rallados o loncheados industriales y no consumir la corteza de ningún queso.
En cuanto a las gambas y langostinos, no hay una recomendación especial para la embarazada o el bebé. Para toda la población se recomienda evitar la carne negra de la cabeza de los crustáceos o la carne del cuerpo de crustáceos tipo cangrejo como centollo o buey de mar por su elevado contenido en cadmio. Aunque el cadmio se ha visto que puede producir malformaciones en animales, esto no se ha comprobado en humanos, y el principal problema que se le atribuye al cadmio es su toxicidad renal. Un consumo frecuente y continuado de productos ricos en este mineral puede dar lugar a un daño renal crónico. Un consumo ocasional, incluso en el embarazo, no se ha asociado a riesgos para la salud.
En estas fiestas, disfruta con tranquilidad de las comidas familiares, pero procura que la carne esté bien cocida, el jamón previamente congelado y el queso pasteurizado. Las gambas o los langostinos, mejor sin la cabeza. Y muy importante: Nada de alcohol.
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