Tras leer esta
«Radiografia del Nesquik sabor chocolate» una madre me preguntaba mi opinión sobre este tipo de productos para añadir a la leche. En primer lugar hay que decir que tanto éste como otros productos similares del mercado ( Cola Cao, Cacao en polvo de marcas blancas, etc) están compuestos mayoritariamente de azúcar: entre un 70-80%.
Cuando ponemos una cucharadita de estos preparados en la leche es como si estuviéramos añadiendo una cucharadita de azúcar, aunque un poco menos llena .
Ya habíamos hablado
en una entrada anterior sobre el azúcar. Las recomendaciones actuales de la OMS limitan el aporte máximo de azúcar a 50 gr al día, y recomiendan que no se exceda de los 25 gr al día para un adulto.
Las cantidades varían en niños, pero a modo de regla fácil, la cantidad máxima sería
Pero como la cantidad recomendable es la mitad, los cálculos son aún mas fáciles: como una cucharadita de las de café tiene 5 gr de azúcar
- 3 años 3 cucharaditas
- 4 años 4 cucharaditas
- 5 años 5 cucharaditas
- adolescentes 7 cucharaditas
Si un niño de 3 años se toma 2 tazones de leche al día con una cucharadita de cacao ya está tomando 2 de las 3 cucharaditas que es recomendable darle al día. Nos queda una cucharadita para contar en otro alimento, como un yogur de sabores (que puede tener 2 o 3 cucharaditas), un petit suis (1 o 2 cucharaditas) o un par de galletas (1 cucharadita). Podéis encontrar un listado interesante de productos «infantiles» y su contenido en azúcar e
n este enlace
CONCLUSION
Si queremos fomentar una dieta sana en nuestros niños lo mejor es evitar estos productos. Sustituirlos por cacao en polvo 100% para el desayuno del domingo, por ejemplo, podría ser una manera de convertirlo en un consumo ocasional y especial, pero para desayunar y merendar cada día es sin lugar a dudas excesivo.
Si es muy difícil conseguir que se tomen la leche sola, prueba a aromatizarla con canela y limón o añadirle algo de fruta (plátano, fresas, melocotón) para hacer un delicioso batido (el azúcar natural de la fruta no cuenta) aunque lo mejor sería, sin dudas, que aprendieran a apreciar el sabor natural de la leche.
Gracias por leerme. Si te ha gustado esta entrada, compártela. Y si no quieres perderte las próximas, suscríbete y podrás leer un fragmento de mi libro «Tu lactancia de principio a fin»