¿Has oído hablar de la importancia de los 1000 primeros días para la salud infantil? Durante ese período crítico que empieza en el momento de la concepción y se prolonga hasta los 2 años de edad existe la posibilidad de influir en el desarrollo de problemas tan graves como la obesidad, cada vez más preocupante en niños.
Es un concepto relativamente reciente que incide en la importancia que tendrán los cuidados que reciba el niño durante los 1000 primeros días de vida para su futuro.
Según este nuevo concepto y teniendo en cuenta múltiples estudios que relacionan distintos factores de riesgo de obesidad infantil, un grupo de expertos ha propuesto una serie de 10 medidas que se pueden llevar a cabo durante estos 1000 primeros días para prevenir la obesidad infantil y contribuir a una mejor salud.
- La influencia tanto de la madre como del padre es muy importante. Una dieta saludable, con mayor cantidad de frutas y verduras y una cantidad adecuada de proteínas y grasas es muy recomendable cuando se planea el embarazo y durante el mismo. Es conveniente que las mujeres con obesidad o sobrepeso intenten normalizar su peso antes de quedar embarazadas.
- Durante el embarazo, al nacimiento y durante los primeros años de vida el control del crecimiento del niño es muy importante.
- La lactancia materna exclusiva es lo más recomendable durante los primeros 6 meses de vida.
- La edad óptima para empezar la alimentación es a los 6 meses si el bebé toma leche materna y entre los 4 y los 6 meses de vida si toma leche artificial. Hay que evitar la leche de vaca durante el primer año de edad.
- Las verduras y frutas deben introducirse en la dieta lo antes posible en cuanto se inicie la alimentación complementaria. La variedad, la diversidad y la exposición repetida a un alimento (hasta 8 veces) son estrategias muy eficientes para aumentar la aceptación de los alimentos nuevos. No es necesario añadir azúcar o sal a los alimentos.
- Es importante respetar el apetito del niño y adaptar las porciones a sus necesidades. No utilizar la comida como premio.
- Limitar la ingesta de proteínas animales es una medida eficaz para disminuir la obesidad.
- Es importante promover la ingesta de grasas saludables que contengan ácidos grasos esenciales.
- Mantener la televisión y las pantallas apagadas durante las comidas.
- Promover la actividad física y un tiempo de sueño adecuado. Se sabe que dormir poco también se asocia con un aumento del riesgo de obesidad.
La mayoría de estas recomendaciones son conocidas y de puro sentido común, pero algunas pueden resultar sorprendentes, cómo la importancia de la alimentación del padre, que también tiene que dar ejemplo, o la recomendación de empezar la alimentación complementaria entre los 4 y 6 meses cuando reciben lactancia artificial, quizás para disminuir la ingesta de proteínas procedentes de la leche.
Lo que me parece más importante, y creo que deberíamos hacer un esfuerzo especial por conseguir es mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, aumentar el consumo de frutas y verduras sin descuidar el aporte de hierro y respetar el apetito del niño, quien es el que mejor sabe regular lo que come. ¿Crees que podrás conseguirlo?