Cuidados básicos de la piel con dermatitis atópica

¿Qué será mejor? ¿Un baño o una ducha breve? ¿Todos los días o de vez en cuando? ¿Con aceite de baño o gel? Y después ¿Qué le pongo? ¿Una crema ligera y fluida o la más espesa que encuentre? Conocer estas y otras cuestiones sobre los cuidados básicos de la piel sensible de los niños con dermatitis atópica son fundamentales para espaciar los brotes y evitar complicaciones.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel cuya característica principal es el prurito. La dermatitis atópica pica. Y mucho. Las principales manifestaciones de la enfermedad se deben al rascado. Aunque tiene muchas formas de presentarse, la más frecuente y típica son los eczemas. Utilizar el tratamiento adecuadamente, eliminar los factores desencadenantes y mantener unos cuidados básicos de la piel puede mejorar la evolución, espaciar los brotes y disminuir los días de tratamiento.

Aunque cada niño es un mundo y puede reaccionar de forma completamente diferente a otro con el mismo cuidado o tratamiento, algunas medidas están muy estudiadas y sabemos que funcionan porque se han comprobado científicamente.

Las cremas de mantenimiento

La hidratación es fundamental para evitar la sequedad de la piel, causante del picor y el rascado que contribuye a dañar la piel, ya de por sí frágil. Las cremas más ligeras, las lociones, tienen un alto contenido en agua y favorecen la evaporación del agua de la piel, por lo que son preferibles las cremas más espesas que contienen más sustancias grasas, aunque pueden resultar más desagradables y difíciles de aplicar. Las cremas con sustancias hidratantes como la urea, glicerol o avena han demostrado que son efectivas, también algunas que contienen productos con actividad antiinflamatoria como el ácido glicerrínico o sustancias que evitan la evaporación del agua propia de la piel como las ceramidas o sustancias reparadoras de la filagrina. Las cremas deben aplicarse 2 veces al día, una de las veces después del baño sobre la piel húmeda para potenciar su efecto hidratante.

Una de las medidas más importantes es administrar el tratamiento de forma correcta y ser constante. Más de la mitad de los casos de dermatitis que no van bien es porque no se ponen las cremas o no se siguen las pautas indicadas. A veces porque la aplicación de las cremas resulta desagradable. Por eso es importante elegir las cremas hidratantes de forma que resulte fácil y agradable de aplicar.

¿Qué son las curas húmedas y cómo se hacen?

Cuando la sequedad de la piel es muy intensa se puede recurrir a las curas húmedas. Después de un baño templado de unos 15 minutos se aplica el tratamiento hidratante habitual. Se cubre con un pijama que esté húmedo y a una temperatura agradable. Debe ser de algodón suave y que ajuste bien al cuerpo. En invierno se puede cubrir con un pijama seco y abrigado para dormir, pero si hace mucho calor no hace falta. Se recomienda mantener el pijama húmedo durante 24 horas utilizando un rociador. Este tratamiento se puede aplicar también en las manos con un par de guantes y en cualquier parte del cuerpo, incluida la cara, aunque para ello hace falta una venda o un gorro especial. Estos tratamientos en cura húmeda se pueden utilizar con medicación específica pero no es conveniente utilizarlos sin la supervisión del profesional ya que puede aumentar la absorción de medicamentos como los corticoides y aumenta el riesgo de efectos secundarios.

Las cremas con corticoides

Los corticoides tópicos se suelen indicar en los casos más graves eligiendo el que tenga la potencia suficiente pero sin pasarnos, durante el menor tiempo posible para evitar efectos secundarios. Pero cuando son necesarios es fundamental utilizarlos para que la dermatitis no se cronifique ni se complique.

La higiene. ¿Qué es mejor? ¿Ducha o baño?

La higiene es importante para evitar las infecciones que se pueden producir por el rascado. Mantener las uñas cortas y la piel limpia. Ahora la gran pregunta es ¿qué es mejor? ¿Ducha o baño? No hay una respuesta única si buscamos que tenga un fundamento científico. Como en tantas otras cosas, a algunos niños les vendrá mejor una ducha breve, incluso cada 2 o 3 días, otros se beneficiarán del baño diario. No se deben utilizar jabones, porque resecan la piel, pero hay muchos productos de limpieza desarrollados especialmente para la dermatitis atópica que se basan en aceites o emulsiones. Hacen menos espuma pero limpian igual de bien.

Los baños pueden ser también recomendables en ciertos casos. En la piel se encuentran bacterias que forman parte de la microbiota normal y no suponen ningún riesgo de infección, pero hay un tipo de bacteria, el estafilococo dorado, que puede resultar más agresiva en niños con dermatitis atópica. Uno de los métodos para controlar el exceso de esta bacteria son los baños con lejía. Sí, aunque pueda resultar sorprendente. Os lo conté hace un tiempo en esta entrada, y el método sigue siendo perfectamente válido, aunque estudios más recientes encuentran los mismos resultados mediante el baño con simple agua templada.

Al baño se le pueden añadir sustancias emolientes como parafina líquida, aceites emolientes o avena coloidal. Tampoco hay consenso entre los expertos, aunque se podría probar en cada caso.

Los factores desencadenantes

Para evitar los brotes es importante también identificar y evitar los factores desencadenantes. El ambiente seco, el calor, sustancias irritantes como detergentes, perfumes y otros cosméticos, la ropa de lana o sintética, la arena o el polvo, el humo del tabaco o los jabones pueden actuar como irritantes y desencadenar o empeorar un brote.

Las alergias

Hasta el 50% de los niños con dermatitis atópica pueden tener pruebas de alergia positivas a alérgenos respiratorios como ácaros, pólenes o animales o alimentarios como leche, huevo o frutos secos. Pero generalmente estas pruebas positivas no se correlacionan con síntomas específicos. Se trataría de una manifestación más de lo que comentamos en otra ocasión que se denomina marcha alérgica o marcha atópica. Niños que empiezan con dermatitis atópica y posteriormente desarrollan otras enfermedades alérgicas como rinitis o asma. Para la dermatitis, evitar los alérgenos respiratorios no se asocia a mejoría de los eczemas  y en el caso de los alimentos generalmente tampoco. En estos casos se podría probar la exclusión del alimento sospechoso, pero si no hay mejoría en unas semanas se puede volver a una dieta normal.

La dermatitis atópica es un problema crónico de la piel que aparece por brotes. Cuidar la piel a diario ayuda a prevenir los brotes y a disminuir la intensidad. El tratamiento adecuado y precoz es fundamental para evitar complicaciones.

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4 comentarios en «Cuidados básicos de la piel con dermatitis atópica»

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