El pescado en un excelente alimento para los niños y sería estupendo que lo tomaran varias veces por semana, pero algunos tipos de pescado no son recomendables en niños y en embarazadas por tener un alto contenido en mercurio.
El pescado y el marisco suponen una fuente de proteínas de alta calidad y aportan también yodo, selenio, calcio, vitaminas A y D y grasas saludables como los omega-3. En embarazadas y niños se ha comprobado que consumir 1 o 2 raciones de pescado por semana se asocia a mejores resultados en el neurodesarrollo y en adultos disminuye la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, así que es un alimento muy recomendable para toda la familia.
Los niños pueden empezar a tomar pescado cuando empiezan la alimentación complementaria, a los 6 meses. Y es una de las mejores opciones cuando hacen Baby Led Weaning, porque es muy fácil preparar palitos de pescado o dejar que se coman un filetito desmenuzándolo con las manos. Los niños que toman poca carne, o comen muy poca cantidad pueden obtener fácilmente el hierro que necesitan si les ofrecemos mejillones o berberechos en forma de paté, que resulta muy fácil de comer.
Pero habrás oído que algunos pescados pueden estar contaminados con mercurio, que es especialmente peligroso para embarazadas y niños pequeños. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido las cantidades de mercurio que se consideran seguras y según estos datos, las autoridades nacionales, teniendo en cuenta las características propias de la dieta de queda región, propone las recomendaciones que se adaptan mejor a una determinada población.
Recientemente la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha actualizado las recomendaciones de consumo de pescado y marisco para embarazadas y niños en España para compatibilizar la recomendación de comer entre 3 y 4 raciones a la semana de pescado pero a la vez evitar los efectos perjudiciales para el neurodesarrollo en los niños.
Para ello las mujeres embarazadas, las que están buscando un embarazo o que están en período de lactancia y los niños hasta 10 años deberían evitar el consumo de las cuatro especies con alto contenido en mercurio: el pez espada/ emperador, el atún rojo (thunnus thynnus), el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y el lucio. Los niños entre 10 y 14 años deberían limitar el consumo de esas cuatro especies a 120 gramos al mes.
Imagen de Gastronews Online
Otros pescados como los boquerones, las sardinas, la caballa, los jureles, la lubina, la dorada, la merluza o el bacalao se consideran con bajo contenido en mercurio y se pueden consumir sin problemas.
Igualmente mariscos como las gambas, las almejas, los mejillones, los berberechos o los calamares se consideran bajos en mercurio. Con las gambas, langostinos, cigalas y los crustáceos como cangrejos, centollos y buey de mar hay que evitar el consumo de la carne oscura de la cabeza, que es muy rica en cadmio y puede resultar toxico para los riñones, sobre todo por acumulación.
El atún en conserva generalmente es atún claro o bonito del norte, especies que contienen una cantidad intermedia de mercurio y que se consideran seguras para su consumo, incluso en niños y embarazadas.
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