Los niños adoran los dulces, y premiarlos con una golosina, una galleta o un chocolate nos asegura una sonrisa y el objetivo esperado: que se sienta feliz y reconocido ¿Pero de verdad crees que es buena idea? Te adelanto que no. No es buena idea. Porque usar la comida como premio o como castigo fomenta una relación insana con la comida, pero sobre todo porque no es buena idea fomentar entre los niños el consumo de azúcar ¿Crees que exagero?
El estudio Aladino de 2015 analizó el peso y la talla de más de 10000 niños entre 6 y 9 años y los resultados fueron demoledores: un 23% de niños tenían sobrepeso y un 18% llegaban a cifras de obesidad. Un 40% de los niños españoles tienen un peso no saludable. La obesidad es un problema grave de salud. Es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes, pero también de trastornos de aparato locomotor y de ciertos tipos de cáncer.
Un problema añadido es que parece que no somos conscientes del sobrepeso infantil. No lo vemos. El 45 % de los padres de niños obesos piensa que sus hijos tienen un «peso normal» y este porcentaje se eleva en el caso de los niños con sobrepeso, que aumenta hasta un 80,5% A los maestros, a los abuelos, a los médicos de estos niños nos pasa igual: los vemos «estupendos» y hasta que no vemos las cifras con nuestros propios ojos parece que no podemos creerlo.
Y la obesidad infantil no es un problema que se solucione con el tiempo. No se arregla cuando «dan el estirón». El 60 % de los chicos y el 70% de las chicas con sobrepeso serán adultos con obesidad. Estas cifras aumentan y hasta un 80% de los chicos y un 90% de las chicas con obesidad seguirán con obesidad cuando sean adultos.
¿Qué podemos hacer para evitar la obesidad infantil?
Parece fácil, pero no lo es tanto. Porque no conocemos todas las causas de la obesidad, ni podemos intervenir en muchas de ellas. Solo podemos hacer algo por procurar una alimentación saludable y más ejercicio físico.
¿Sabemos lo qué es una alimentación sana?
Os lo conté aquí , pero en resumen, además de aumentar el consumo de frutas y verduras, es muy importante reducir el consumo de azúcar libre: El azúcar añadido a los alimentos por fabricantes, cocineros o por el propio consumidor. Además de el azúcar propiamente dicho, sea refinado moreno, de caña, etc, el azúcar también está en la miel, la panela, el ágave, los jarabes, los zumos de fruta, incluso en los zumos naturales. Hay que leer cuidadosamente las etiquetas de los productos que consumimos, os lo explico aquí
La OMS recomienda que el azúcar de la dieta no supere el 10% de la ingesta calórica total y mejor si se reduce a un 5%. ¿Cuanto supone ese 5% de azúcar para un niño? Dependerá de la edad, de la constitución del niño y de su actividad física, pero si antes del año el consumo recomendado es cero y para el adulto es de 25 gr, en los niños la cantidad máxima recomendable estará entre 15 y 20 gr de azúcar, dependiendo de la edad. (unas 4 o 5 cucharaditas de azúcar o unos 4 y 5 terroncitos de los que usa @SinAzucarOrg )
¿Cuánto azúcar le estoy dando en un puñado de galletas o en una bolsita de chuches?
Pues mira, bastante. Aquí algunos ejemplos.
Pero es que, además, ese niño se tomará un zumito a media mañana, desayunará cereales, merendará más galletas, tomará algún yogur o petit suis de postre, o le echará tomate frito a los macarrones de la comida. Porque además, muchos alimentos procesados también tienen azúcar, aunque sean alimentos salados.
¿Y qué podemos hacer entonces?
Si queremos ofrecer un dulce a un niño, podemos elegir frutas fáciles de comer, como plátanos o mandarinas, pasas de uvas y otras frutas deshidratadas, y si son mayores de 6 años (para evitar atragantamientos) también manzanas, palitos de zanahoria, frutos secos.
Promover hábitos de vida saludable es imprescindible en los niños, porque no se trata solo de cómo se alimentan hoy, sino de cómo están aprendiendo a alimentarse en el futuro. Si hoy se toman 3 galletas, porque nosotros se las damos, mañana, cuando tengan acceso a la alacena se comerán todo el paquete y ya será tarde para evitarlo.
Podéis descargar esta presentación en este enlace